Nos amenazan con un módulo denso de contenidos (comparado con el anterior lo vamos a "de flipar") y "entre mientras" hemos cruzado la frontera "física" de la mitad del curso que comenzó en nuestro particular día de la infamia en Madrid y que se prolongará hasta el día de Santa Brígida (día de alegría y alborozo porque tal día nació este real mozo).
Se supone que ya deberíamos estar "cuesta abajo", pero viendo detenidamente el calendario, se adivinan dos problemas de relativa carga psicológica: el calor y que el 4 de junio es la única festividad visible en el almanaque.
Segunda mitad del curso... tercer módulo en marcha y si los rumores no fallan, dispondremos de un pase ilimitado a la piscina del colegio (no es necesario que os compréis el triquini, que la piscina es de sudar la gota gorda mientras vienes a las tres y algo de la tarde en el mes de Julio).
En otro orden de cosas había pensado en hacer un atentado terrorista contra l a pobreza galopante que nos sacude y montar una "mesa de recaudación" semanal (50 cts) para echarnos unos euromilloncejos, primitivas o lo que sea para ver si suena la flauta de Santo Domingo Savio y podemos terminar el curso con una sonrisa en la cara y un billete a las Islas Caimán en el bolsillo (el porqué de las Caimán que os lo cuente Silverio, que tiene más gracia contando chistes sobre calderilla).
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