lunes, 25 de mayo de 2015

Solos entre cuatro Millones

Es la realidad de hoy. En mi pueblo somos del orden de 3.200 personas (algo menos) y los que viven allí, en su mayoría, se conocen entre sí y se relacionan unos con otros con asiduidad y naturalidad. 

¿Conocemos a 3.000 personas de nuestro entorno en la ciudad?

No, ¿verdad? ¿Conocemos a la mitad?. Creo que tampoco. ¿una cuarta parte? Puede. 

Pero de esas más o menos mil personas (siendo generosos), ¿con cuántas nos relacionamos habitualmente? ¿500, 400, 300, 100... menos?

Pero lo peor no es el bajo número de personas con las que nos importa, o no, relacionarnos. 

Lo peor es que tendemos a aislarnos. ¿Y por qué? Dicen los que saben que tendemos a hacer amistades virtuales, menos comprometedoras que las amistades físicas, dejando éstas para un círculo bastante estrecho de personas, que seleccionamos, según estos gurús, entre aquellos frente a los que no tememos ser nosotros mismos. 

Para lo demás, facebook (o similares).

Y a veces llegamos al ridículo de estar en un círculo de amigos "físicos" pero cada cual aislado, aferrado a nuestras "tablets" de salvación, en un mundo donde nosotros nos reinventamos y damos la imagen que nosotros queremos dar y no la que los demás pueden percibir y procesar sin barreras o sin nuestra intervención.


Pero... ¿todos actuamos así? Sí... y no. Por lo general, las personas mayores no se aíslan en el mundo virtual, aunque hay muchos ancianos que se sí lo hacen voluntariamente introspectivamente por motivos muchos y variados. Por contra, los jóvenes también tienden a ser "gregarios", porque no tienen miedo a ser ellos mismos... aunque hoy en día los niños, porque son niños, cada día entran antes en el juego del mundo paralelo encerrados en teléfonos móviles. 

¿Y por qué de este aislamiento en el mundo virtual?

Lo apuntaba antes. En las redes sociales y las comunicaciones no visuales, nosotros somos los que imponemos nuestra visión de nosotros mismos, impidiendo que el "contrario" pase de determinado punto, de una frontera que nosotros imponemos como límite de lo que queremos que los demás sepan de nosotros. 

Tenemos miedo a que nuestro verdadero yo no guste, miedo a que los demás tengan su propia opinión de nosotros.

¿Y vosotros? ¿Qué opináis vosotros?

Personajes de la banda #6: La otra mitad de Laura

Sí señoras (y ñores), la chica de anuncio es ella... la mitad derecha de Laura, según miramos a la pizarra; la tercera melliza Olsen: Lucía.

Para empezar, Lucía no habla: impone. Ahí donde la veis (o casi la veis porque la chica es de talle bajo y las pantallas de ordenador son de talla XXL), Lucía es "la más grande", que no se arruga por nada ni por nadie y es una de las artífices de "el escrito" (al ser materia de dominio general no voy a ahondar más en lo que es y de qué va), primera redactora del mismo y máxima responsable de lo que acontezca, pese a que, cuando salga el mihura, esto ha de ser todos a una, como Fuenteovejuna.

Desgraciadamente, le ha tocado vivir algunas de las jornadas más duras del caso, pero puede contar con mi humilde apoyo para lo que haga falta... incluido si hay que partirle las tibias a alguien.

De nuevo y tal como pasaba en el "post" del anterior personaje de la banda, con Lucía me meto un montón, pero es porque la quiero mucho (aunque me rozo menos con ella que con Silverio por lo del "qué dirán" y guardar las formas, que estamos en los Salesianos)

Sinceramente, Lucía... se te quiere por cómo eres.

Y ahora, siete preguntas que Lucía no respondería ante la Santa Inquisición.

P.- ¿Desde dónde vienes al curso?
R.- De Pozuelo de Alarcón (del auténtico Pozuelo, sin sucedáneos).

P.- Por la mañana, cuando te levantas ¿Qué es lo primero que odias de la rutina?
R.- Levantarme

P.- ¿Qué has comido hoy?
R.- Fideuá y albóndigas (no pregunto de qué, pero ella dice que estaban ricas).

P. ¿Crees que hay vida supuestamente inteligente más allá de la Luna?
R.- Espero que más que aquí

P.- ¿Pondrías un trabajo, por malo que fuera, por delante del curso si los horarios no son compatibles?
R.- No

P.- ¿Silla negra o de madera?
R.- Negra

P.- ¿Cerveza o copazo?
R.-  Cerveza


Y ahora con todos ustedes... no sé, el que toque.