viernes, 22 de mayo de 2015

Se hacen llaves en el acto...

Venía yo con la bici, escuchando distraídamente la banda sonora de Conan el Bárbaro, cuando he leído este cartel, por otra parte típico de Ferretería:

"Se hacen duplicados de llaves en el acto"

Joer, y yo que pensaba que en el acto a lo que íbamos era a hacer niños (reales o en simulacro, pero al fin y al cabo es la tarea principal del "Acto").

Luego, pensaba yo cómo podrían conjugarse ambas tareas y realmente es complicado... sobre todo porque el ruido de la fresadora desconcentra cosa mala y el asunto puede acabar en otro tipo de llaves menos prácticas.

Ésa es la segunda parte de la mala pasada de mi mente perversa... una especie de combate de judo entre empujón y empujón, pero claro, entre llaves y movimiento de riñones la cosa puede acabar en URGENCIAS de un hospital, con una "prójima" insatisfecha tratando de dar explicaciones  a tres médicos que están deseando ir a la máquina del café para partirse la caja torácica a base de carcajadas por qué el "prójimo" ha llegado al hospital con la "llavecita" de actuar partida en dos trozos y el cuerpo en una permanente postura de la alcayata.

Nota: La postura de la alcayata es poner el cuerpo en perpendicular a las piernas, con la variante de la escarpia, que es metiendo la cabeza entre las rodillas. 






Feliz Viernes, "corazones"

Personajes de la banda #5: Marco Máximo Silverio

Él dice que es un negado para las nuevas tecnologías, pero yo os aseguro que no es cierto: Ya sabe hacer fuego con dos palos o con dos lascas de sílex.

Bromas aparte. Si ha sabido currarse un Power point "de diez", con hipervínculos e imágenes insertadas, Silverio ya sabe hacer cosas que yo no había aprendido hasta hace pocos meses por falta de interés de mi persona hacia el mundo de las presentaciones multimedia, que todo hay que decirlo y supongo que a él le ha pasado lo mismo: Si no me interesa, para qué aprenderlo. 

Pero el caso es que en cuatro días mal contados, ha salido adelante con mucho pundonor y soltura. La pizarra digital, tres cuartos de lo mismo y lo que venga, fijo que también. 

Pero lo más importante de todo es que, y estoy convencidísimo de lo que voy a escribir, aunque cualquiera de nosotros puede enseñarle algo nuevo, él puede enseñarnos a nosotros no una, sino mil cosas nuevas para nosotros.

Ya no porque sea maestro o cajero (mira, yo también soy cajero, pero en versión ondulada), sino porque en experiencia nos saca años (luz) de ventaja.

Diréis que me meto mucho con Silverio (y es cierto, "para qué negallo"), pero ya se sabe que del roce nace el cariño y cuando el cariño es mucho, se acaba perdiendo el respeto.

Vamos, que yo le quiero un montón (y va en serio).

Y para terminar, las siete preguntas del "Superpop"

P.- ¿Desde dónde vienes al curso?
R.-  Desde Fuenlabrada 

P.- Por la mañana, cuando te levantas ¿Qué es lo primero que odias de la rutina?
R.- Tan feliz como Jorge: NADA

P.- ¿Qué has comido hoy?
R.- Cocido (potente)

P. ¿Crees que hay vida supuestamente inteligente más allá de la Luna?
R.- Nio creo que la haya ni aquí.

P.- ¿Pondrías un trabajo, por malo que fuera, por delante del curso si los horarios no son compatibles?
R.- No

P.- ¿Silla negra o de madera?
R.- Negra

P.- ¿Cerveza o copazo?
R.- Las dos cosas.


Que pase el siguiente...