lunes, 15 de junio de 2015

Sesión de cine: Los Siete Magníficos... de Akira Kurosawa.

Mítica película del Oeste, con una no menos mítica banda sonora (escúchala pinchado aquí) a cargo
del Maestro Elmer Berstein, que narra las aventuras de siete mercenarios, contratados por unos campesinos mexicanos para expulsar a unos forajidos que saquean sus cosechas.

Hasta ahí, todo es conocido y reconocido por cualquier persona que encienda un aparato de televisión más de tres veces en un año (pese a que las cadenas generalistas han perdido la costumbre de emitir clásicos de cine que no sean Quo Vadis o Ben Hur en Semana Santa).

Pero la gran cinta de John Sturges, para sorpresa de mucha gente, no es original. Es más, es un "remake" de una película estrenada seis años antes de que United Artists la diese a conocer al mundo.

Más aún, es una versión americanizada de una película extranjera, de una película asiática, de una película japonesa.

La película original (七人の侍 Shichinin no samurai) se tituló en España traduciendo literalmente el título original: Los siete samurais.

El argumento es el mismo en ambos casos, aunque difieren los motivos de los protagonistas para aceptar el trabajo, en el caso de la película original, por dos cuencos de arroz diarios. Los samurais deciden trabajar para los campesinos por motivos éticos, conectados por el honor al Bushido, el código ético que regía la vida de los Samurai. 

John Sturges transforma parte de este código en el espíritu aventurero y amante de la libertad que regían, el primero al cow boy del Oeste y el segundo a la política norteamericana de la guerra fría.

Yo no prefiero a una sobre la otra, porque ambas, siendo en esencia lo mismo, son dos productos tan
soberbiamente ejecutados que se convierten en dos obras de culto, cada una en su estilo.

A la impactante fotografía en Cinemascope de Charles Lang se puede contraponer la impecable  labor en Blanco y negro de Asakazu Nakai y a la espectacularidad de las escenas de la cinta norteamericana se puede contraponer el hacer de Kurosawa, con su peculiar frma de dirigir y si el duelo final de la película de Sturges está catalogado entre los mejores del Western, la batalla en blanco y Negro, rodada bajo una fuerte lluvia natural de la cinta japonesa las hace entra, a ambas, en todas las listas de las "mejores películas de todos los tiempos".

Vedlas ambas y juzgar vosotros, porque, cinematográficamente hablando, yo no me quedo con ninguna de las dos... por separado. Ambas están en mi estantería de películas originales y ambas sufren ya de bastante desgaste.

2 comentarios:

  1. Magníficas películas. Pero Maqqabi, tenías que haber contado la anécdota de la lluvia en la peli de kurosawa que me contaste a mi ^_^

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  2. Un día le haré un post dedicado en exclusiva a cada una de ellas, con sus anécdotas de rodaje y, en especial, las excentricidades de Kurosawa, que era un personaje muy hipster para su época.

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